Le ves en el andén, esperando con esa sonrisa perfecta: tan suya, tan encantadora. Las puertas se abren a la vez que sus brazos, y tú te dejas caer sobre su pecho, con una gran sonrisa iluminando tu rostro.
Recuerdas cómo hace tres años viviste aquella misma escena. Él te bajó al suelo, le diste dos besos, y le preguntaste qué tal todo. Y te parece increible cómo las cosas son tan diferentes, sin que haya cambiado nada en realidad.
Aspiras el aroma de su cuello. Él ríe, te baja al suelo, y te da un beso en los labios, o en la nariz, o en la frente...
-¿Qué tal todo?
Y es que no hay nada como tener un mejor amigo, y un buen día, sin saber muy bien de qué manera, convertirte en su pareja sin dejar de ser su mejor amiga.
"Gracias por apoyarme siempre. Porque por encima de los celos, las inseguridades, y nuestras tonterías de enamorados... Siempre seremos amigos, y siempre estaremos unidos."
Recuerdas cómo hace tres años viviste aquella misma escena. Él te bajó al suelo, le diste dos besos, y le preguntaste qué tal todo. Y te parece increible cómo las cosas son tan diferentes, sin que haya cambiado nada en realidad.
Aspiras el aroma de su cuello. Él ríe, te baja al suelo, y te da un beso en los labios, o en la nariz, o en la frente...
-¿Qué tal todo?
Y es que no hay nada como tener un mejor amigo, y un buen día, sin saber muy bien de qué manera, convertirte en su pareja sin dejar de ser su mejor amiga.
"Gracias por apoyarme siempre. Porque por encima de los celos, las inseguridades, y nuestras tonterías de enamorados... Siempre seremos amigos, y siempre estaremos unidos."
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